sábado, 29 de septiembre de 2012

Dime con cuantos


- Mi camisa no te queda mal.
+ Guay, porque ya es mía.

- Ni de coña, no puedo permitirme perder más camisas, las tías siempre me las quitan.

+ No te las quitan, se las llevan prestadas con la intención de devolvértelas, pero como tú nunca vuelves a llamar...

- O sea, que si tuviera menos rollos de una noche tendría más camisas.

+ Eso creo.

- Pues no hay más que hablar. Voy a cambiar de vida y no voy a perder más camisas.

+ ¿Seguro?

- Sí, de hecho voy a quitarte esta ahora mismo.

+ Es tuya así que...

viernes, 28 de septiembre de 2012

Nunca me abandones


Nos duele tanto separarnos porque nuestras almas están unidas. Es probable que siempre lo hayan estado y que siempre lo estén. Quizá hayamos vivido mil vidas antes que esta y nos hayamos encontrado en cada una de ellas. Y hasta es posible que en cada ocasión nos hayamos separado por los mismos motivos. Eso significa que este adiós es a un tiempo un adiós de diez mil años y un preludio de lo que vendrá. Cuando te miro, contemplo tu belleza y tu gracia y sé que han crecido con cada vida que has vivido. También sé que te he estado buscando durante todas mis vidas anteriores. No buscaba a alguien como tú, sino a ti, pues tu alma y la mía están destinadas a estar juntas. Y sin embargo, por razones que escapan a nuestro entendimiento, nos han obligado a despedirnos. Me gustaría decirte que todo se arreglará entre nosotros, y te prometo hacer lo que esté en mis manos para que así sea. Pero si no volvemos a vernos y esta es una verdadera despedida, sé que nos reencontraremos en otra vida. Volveremos a encontrarnos, y aunque las estrellas hayan cambiado, no nos amaremos sólo por esa vez, sino por todas las veces anteriores.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Sácame del paraíso

- Soy idiota. Te quiero muchísimo. Lo siento.

+ Lo sé, yo también lo siento. Me perdí, me tiré a la piscina sin agua y después de tirarme me volví a tirar, y luego otra vez, y luego otra vez más...

- Te quiero, y voy a apoyarte hagas lo que hagas, siempre. No me importa donde vivamos, quiero estar donde tú estés.

+ Y yo donde estés tú.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Sin compromiso


- No puedes llamarme y decirme que me echas de menos.. Y no quiero tener esta conversación por teléfono, ni por sms, ni tampoco por e-mail, ni por notas bajo mi puerta... Oye, si de verdad me echas de menos tienes que madurar, subirte a tu coche y venir a verme.

+ Estoy aquí. Ya sé que no puedo llamarte sin más...

- No, no puedes.


+ Lo sé. Te hice daño y lo siento. No sé por que desperdicié tanto tiempo fingiendo que no me importabas, supongo que no quería sentir esto, duele... Pero te quiero, estoy enamorada de ti y me da igual que tú creas que ya es tarde, te lo tengo que decir... Di algo por favor.

- Espera. Quiero que sepas que si te acercas más a mi, ya nunca te dejaré ir.

+ Te quiero.


martes, 25 de septiembre de 2012

Con derecho a roce

Fue el amor de mi vida. Yo fui un estúpido, no me di cuenta y la perdí por algo tan tonto que ya ni me acuerdo. Nunca he dejado de quererla. La dejé escapar porque tenía demasiado orgullo para decirle lo que sentía por ella. Sé que estás harto de oír que la vida es corta, pero deja que te diga algo, lo que esto me ha enseñado es que la vida es corta de verdad y no hay que malgastar ni un minuto. Si tú crees que ella puede ser el amor de tu vida, arréglalo.

Cuando te encuentre


La cosa más insignificante puede cambiarte la vida. En un abrir y cerrar de ojos, cuando menos te lo esperas, ocurre algo por casualidad que te embarca en un viaje que no habías planeado, rumbo a un futuro jamás imaginado. Quien sabe a donde te llevará, es la aventura de nuestra vida, nuestra búsqueda de la luz, pero a veces para encontrar la luz hay que atravesar las más profundas tinieblas.

Ahora o nunca


Es difícil medir el valor de la vida de una persona. Para algunos se mide por los seres que deja atrás, para otros se mide por la fe, para otros por el amor, para otros la vida no tiene ningún significado. Para mí... yo creo que uno se mide por aquellos que se han medido por él.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Todos los días de mi vida


Yo también tengo una teoría, mi teoría es sobre los momentos, los momentos que impactan. Mi teoría es, que esos momentos impactantes, esos destellos de gran intensidad que ponen patas arriba nuestras vidas, son los que acaban definiendo quienes somos. La cuestión es, que cada uno de nosotros es la suma de todos los momentos que hemos experimentado con todas las personas que hemos conocido y son esos momentos los que conforman nuestra historia, como nuestra lista de grandes éxitos particular que reproducimos y volvemos a reproducir en nuestra mente una y otra vez. Pues esta es mi teoría, que esos momentos impactantes definen quienes somos, pero lo que nunca me había planteado era: ¿Y si un día no pudieras recordar ninguno de ellos? Un momento impactante, cuya capacidad de cambio tiene un efecto expansivo que mucho más allá de lo predecible, hace que algunas partículas choquen entre sí y acaben acercándose más que antes y que manda a otras girando sin parar a nuevas aventuras, aterrizando donde jamás pensaste encontrarlas. Sí, eso es lo que pasa con esa clase de momentos, que no puedes, por más que lo intentes, controlar en como te pueden afectar, solo puedes dejar que esas partículas que colisionan aterricen donde puedan, y esperar hasta la siguiente colisión.